Por Leticia Rebeca Gasca. Todas las mañanas cuando voy rumbo al trabajo veo a un niño pequeño pidiendo dinero en un semáforo. Algunas personas le dan un par de monedas, otras lo ignoran.
Hoy en particular había mucho tráfico en ese punto, así que aproveché la oportunidad para observar al niño y pensar acerca de cómo será él en un futuro y cómo será su vida en el presente. Así que cuando se acercó a mí y me pidió “un pesito” le propuse un trato. Le dije “te doy cinco pesos si me dices qué dice aquí” y le mostré la portada de un libro. Él trató de leer, pero más bien empezó a decir las letras que conocía “e… n… d…”. Después le pregunté por su edad: tiene nueve años, pero luce de seis.
Aunque no pudo leer, le di los cinco pesos, y ya que se fue me pregunté de nuevo ¿cómo va a ser su vida en un futuro? Y sobre todo ¿qué podemos hacer hoy para contrarrestar esa clase de situaciones? Sin duda, debemos prestar más atención a la infancia más vulnerable de México, claro, dejando de lado las falsas soluciones del asistencialismo.
La próxima ocasión que veas a un niño o niña pidiendo dinero en la calle, pregúntale si sabe leer, pregúntale su edad, y pregúntate cómo lograremos transformarlos en protagonistas de su desarrollo.
Un trato: 22 palabras por cinco pesos
Enviado por
Leticia Gasca Serrano
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miércoles, febrero 03, 2010
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