¿Plantar árboles? Ahora lo pienso dos veces

. martes, septiembre 15, 2009
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Por Leticia Rebeca Gasca. Ahí estaba. Sentada en el piso veintitantos de un corporativo internacional, lista para la última entrevista que definiría mi ingreso a las filas del área de “Responsabilidad Social y Comunicación” (desde el nombre debí suponer que algo estaba mal) de la firma, cuyo nombre no mencionaré porque en realidad, podría ser casi cualquier gran empresa.

En fin, la persona encargada del área trató de introducirme a las tareas que realizan. Todo iba bien hasta que comenzó a describir su iniciativa sustentable más importante… dijo algo así:

“La verdad, es que no queremos gastar (¿gastar?) mucho (¿mucho?) en responsabilidad social, así que nuestra práctica estrella es reforestar (¿reforestar?), porque el gobierno nos regala los árboles y los empleados tienen que ir a plantarlos. Así no gastamos nada y atraemos la atención de los medios de comunicación”.
Después de escuchar eso hice dos cosas: respiré profundo para no reír o llorar y tomé la decisión de que no tenía sentido trabajar en el departamento de responsabilidad social de una empresa millonaria si no están dispuestos a invertir y a hacer las cosas bien.

Ese fue el día en el que me desenamoré de las iniciativas empresariales enfocadas al plantado de árboles. Y la verdad, es que no tengo nada en contra de plantar árboles siempre y cuando se les dé el adecuado mantenimiento para garantizar su supervivencia; de hecho, he participado en varias jornadas de reforestación y quienes mejor me conocen saben que prefiero admirar un árbol que una flor. Tampoco estoy en contra de que las empresas tengan iniciativas de éste tipo, lo triste, es que éste sea su principal proyecto ya que consideran a la RSE un gasto.

Estoy convencida de que si cualquier organización quiere hacer algo a favor de la sociedad o el medio ambiente debe hacerlo bien, en caso contrario, seguro será contraproducente. Por ejemplo, hace años se realizó en Estados Unidos una gran campaña para enviar ropa de segunda mano a África, ¿cuál fue el resultado? Muchas marcas de ropa locales desaparecieron y otras más estuvieron a punto de morir, con la consiguiente pérdida de empleos. Es decir, hay que hacer el bien y hacerlo bien.

Y si una empresa desea hacer el bien, primero debe ser responsable con su propia operación, cuidar a sus integrantes y trabajar con su cadena de valor. Ahora que si desean hacer algo más, lo recomendable es trabajar de la mano con personas expertas u organizaciones especializadas.

Aunque si lo prefieren, pueden perpetuar el pensamiento errado de que plantar árboles sin alguna estrategia adicional es lo máximo y asumir el riesgo de que quienes consumen su producto o servicio descubran la farsa. Siga leyendo >>>

¿Quién es en realidad Anthony “Van" Jones?

. lunes, septiembre 07, 2009
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Por Leticia Rebeca Gasca. Poca gente lo sabe, pero Anthony “Van" Jones (quien recientemente renunció a su cargo como Consejero Especial de Obama para el tema de empleos verdes) tiene una hermana gemela. Nacieron en 1968 en Jackson, Tennessee.

De igual forma, poca gente conoce que su madre era maestra y su padre era director de una escuela secundaria.Justificar a ambos lados
Quizá aún menos personas saben que su propia hermana y sus amistades de la infancia lo consideraban un niño raro, muy involucrado en el mundo de la gente adulta pero viviéndolo desde la perspectiva de un pequeño: le gustaba jugar a que sus figuras de acción de Star Wars eran la clase política de aquél tiempo, por ejemplo, Lando Calrissian era Martin Luther King, Jr.

Sin embargo, ahora parece fácil juzgar a Jones y hablar acerca de su renuncia: si lo obligaron, si lo hizo voluntariamente, si es una victoria para el partido Republicano, si es parte de una campaña para atacar a Obama.

Sin duda, antes de crear un juicio acerca de Jones es una buena idea conocer lo que ha hecho, descubrir que a los 24 años fue arrestado y encarcelado y que algunos de sus proyectos más importantes iniciaron en una oficina del tamaño de un closet con una computadora prestada.

Iniciemos por la historia del arresto: cuando tenía 24 años de edad y todavía era estudiante de derecho en Yale, Jones participó como voluntario para una protesta por el veredicto del caso Rodney King en San Francisco. Él y otros hombres y mujeres que se manifestaban sufrieron arresto y encarcelamiento, sin embargo, el fiscal de distrito más tarde retiró los cargos contra Jones.

En 1995, Jones comenzó Bay Area PoliceWatch, un proyecto que brinda asesoría profesional a víctimas de abuso policial mediante una línea telefónica confidencial, que en sus inicios recibía únicamente 15 llamadas al día.

Y en 1996 (a los 28 años), fundó el Centro Ella Baker para los Derechos Humanos. Y aunque el nombre suena impresionante, la organización inició en una oficina del tamaño de un armario y con una sola computadora que Jones tomó de su casa. Cinco años más tarde, a través del mismo Centro Ella Baker, Jones puso en marcha la campaña Libros, no Barras. A partir de se momento trabajó para transformar el sistema de justicia de menores de California.

Y fue en 2004 cuando firmó un documento en el que cuestionó si integrantes del gobierno del ex presidente George W. Bush pudieron haber permitido deliberadamente los atentados del 11 de septiembre de 2001, quizá como un pretexto para la guerra. Nunca imaginó que cinco años más tarde esa sería la causa de su renuncia.

Por otro lado, un año más tarde de la firma de aquél documento, Jones empezó a promover el “eco-capitalismo”, por lo cual organizó el Social Equity Track para la celebración del Día Mundial del Medio Ambiente, cuya sede fue en aquel año San Francisco. El Social Equity Track consintió en una serie de eventos que destacaron por su espíritu de inclusión de los grupos más vulnerables y afectados por la crisis medioambiental. Ese fue el inicio oficial del movimiento de empleos verdes impulsado por Jones.

De esta forma, en septiembre de 2007, anunció sus planes para lanzar Green for All, una ONG dedicada a construir una economía verde inclusiva lo suficientemente fuerte para sacar a la gente de la pobreza.

Y el 7 de octubre de 2008, Jones lanzó su primer libro: The Green Collar Economy, en el cual esboza un plan para resolver los mayores problemas que a su juicio enfrenta Estados Unidos: la deficiente economía y un medio ambiente devastado.

Así, un año más adelante, Jones renuncia, él dice que su motivo es evitar ser un distractor del esfuerzo de la administración Obama porque se aprueben las reforma de salud y la legislación sobre cambio climático.

“Estamos en las vísperas de una lucha histórica sobre la asistencia sanitaria y las energías limpias. En conciencia, no puedo pedir a mis colegas que dediquen tiempo y energías en defenderme o explicar mi pasado. Necesitamos que todas las manos trabajen por el futuro".
Ahora si, ¿cuál es su opinión?
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