Por Leticia Gasca. Quienes seguimos las acciones de Responsabilidad Social Empresarial (RSE) ya tenemos familiaridad con iniciativas que llevan a zonas marginadas computadoras y conexión a Internet. Sin embargo, por positivo que luzca, esto no es garantía de que la tecnología efectivamente impulse el desarrollo social. ¿Por qué?
La realidad es que en áreas rurales, así como en zonas urbanas de bajos ingresos, la gente no enfrenta únicamente una brecha tecnológica, hay también una brecha de contenidos. Es decir, que gran parte de la información que se encuentra en la red no es relevante para las necesidades reales de la población.
Ya se han documentado experiencias en todo el mundo en las cuales la gran empresa llega a una zona marginada a instalar equipos de cómputo y, a falta de una estrategia integral de RSE, la tecnología se convierte en una opción más de entretenimiento y no en una detonadora del desarrollo.
Sin embargo, hay sus valiosas excepciones. Uno de los proyectos que han acercado con mayor éxito las TICs a poblaciones de bajos ingresos es una empresa social mexicana, la Red de Innovación y Aprendizaje, mejor conocida como RIA.
Esta empresa, ya ha instalado alrededor de 30 centros de cómputo en zonas donde sus habitantes perciben ingresos menores a cuatro mil pesos, por lo que es común que mucha de su clientela prenda por primera vez en su vida una computadora en el centro de RIA.
El modelo del negocio es muy interesante, ya que por un costo muy bajo, la gente puede tomar diversos cursos, por ejemplo, de inglés, administración de negocios, e incluso es posible realizar la preparatoria, licenciatura o maestría en línea.
Otro curso que ofrece RIA, surgió como una respuesta a la alta tasa de desempleo en las zonas donde trabaja. La empresa social ofrece talleres que enseñan cómo hacer un currículum vitae, cómo buscar trabajo por Internet y consejos para lograr entrevistas laborales exitosas.
La mala noticia es que los centros de cómputo de RIA se ubican únicamente en el Estado de México, ya que fue el Gobierno de esa entidad quien aportó la inversión inicial para arrancar el proyecto.
No obstante, en los estados mexicanos de Chiapas, Guerrero y Oaxaca sólo uno de cada diez hogares tiene acceso a una computadora. Seguramente, de contar con el apoyo de inversionistas, empresas como RIA, podrían actuar como detonadores de conectividad en esas Entidades.
Y es que ya nadie puede negar que las TICs tienen un potencial enorme para impulsar el desarrollo, por lo que observarlas únicamente como agentes económicos resulta irresponsable. Afortunadamente, es cada vez más claro que las TICs, bien empleadas, tienen el potencial de lograr que miles de personas se conviertan en protagonistas de su propio desarrollo y encuentren un empleo digno o terminen sus estudios.
Es por ello que decidí abordar este tema en la sección “Controversia Responsable” que se transmitió el miércoles 12 de junio en del programa Rumbo Responsable (NoticiasMVS-102.5FM, los miércoles de 10:00 a 11:00 pm).
Si les gustaría conocer más de otras prácticas de RSE que no obtienen los resultados esperados o que incluso, generan impactos negativos, prendan su radio el próximo miércoles o escúchennos en el sitio de Internet de MVS.
Cerrar la brecha digital no es garantía de desarrollo
Enviado por
Leticia Gasca Serrano
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viernes, julio 15, 2011
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