¿Responsabilidad social libre de impuestos?

Por Aldonza González. Cuando escucho la palabra "duty free" suelo pensar en tiendas libres de impuestos, aunque, al parecer, para quiénes trabajan en este tipo de tiendas se está convirtiendo en sinónimo de "libre de deber", traducción que, en justicia, sería la correcta. Por segunda vez me entero (una en carne propia) que las tiendas duty free del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México no se han enterado o no quieren enterarse de las nuevas normativas de seguridad en muchos destinos. Para la persona ingenua -mexicana o extranjera, da igual, no hacen distinciones- que no sepa que los pasajeros de vuelos a Europa (y a otros destinos que seguramente desconozco) no pueden llevar ciertos artículos en el equipaje de mano, como son los líquidos de cualquier tipo que superen los 200 ml, puede verse en un terrible aprieto cuando llegue a su destino y le digan que no puede pasar esas dos botellas de tequila tan bueno que en el Duty Free le dijeron no tendría ningún problema en pasar si enseñaba el ticket. Se entiende que las tiendas Duty Free estén sufriendo económicamente a causa de esta normativa, ya que si la gente estuviera debidamente informada NADIE compraría licores ni perfumes que no pudiera facturar en una maleta que, para ese entonces, ya se encuentra camino del avión.

Pero ¿y la ética? ¿Se vale mentir a quien viaja? En mi caso me preguntaron, incluso, cuál era mi destino, y al responder "Madrid", me dijeron "ah, entonces ningún problema, puede llevar hasta tres botellas"....botellas que me fueron confiscadas en el Aeropuerto de Barajas. Lo mismo le ha pasado ya a otras personas que conozco.

Como no quiero ser mal pensada, optaré por creer que las personas encargadas de las tiendas ignoran la normativa, pero entonces ¿No sería obligación de la empresa informar a su personal de esta situación? ¿No sería obligatoria que cerca de esta zona de compra hubiera carteles informativos? ¿De quién es la responsabilidad en este caso?

Mientras tanto, los controles de seguridad de Europa que reciben vuelos provenientes de México van engordando sus remesas de vinos, perfumes y alimentos exóticos...ya una vez presencié cómo le confiscaban a una chica su salsa picante y bote de cajeta.

No sé cuándo se ponga remedio a esta situación, tengamos paciencia en nuestra sala de espera personal. Esperemos que estas empresas sean conscientes del daño que hacen a su clientela por propio beneficio o por falta de compromiso. Por lo menos, espero que este post sirva para advertir a cualquiera que piense volar próximamente ;)