Por Leticia Rebeca Gasca. El 7 de julio se dieron a conocer las 7 maravillas ganadoras en medio de una intensa polémica en torno a la organización detrás del concurso y al concurso mismo.
La votación que pudo realizarse a través de Internet ha llevado al sitio a registrar millones de visitas que le han colocado por arriba de los más populares sitios.
Se dice que todo lo referente a las siete nuevas maravillas es un concurso de popularidad que no hay que tomarse en serio.
Sin embargo, la UNESCO reiteró que no apoya la iniciativa de las Nuevas Siete Maravillas del Mundo ya que incluyó obras construidas en épocas completamente diferentes (Stonehenge hace cinco mil años, la Casa de la Opera en Sydney hace menos de cuarenta), y no hay un criterio sobre qué es lo que representa o debería de representar la estructura en cuestión para ser considerada como una maravilla, ni que méritos debería de tener desde un punto de vista técnico.
Esta autoridad internacional en materia cultural ha declarado que decidió no dar su aval por considerar que se trata de una campaña mediática y a título personal de Weber.
La institución afirma que la votación no es universal en tanto que deja fuera a millones de personas que no tienen acceso a internet, y que la lista de candidatos ha sido creada bajo criterios poco científicos y educativos.
Las autoridades egipcias también han expresado su "profundo mal estar" por considerar que la elección de las Nuevas Siete Maravillas del mundo se lleva a cabo mediante una "votación de aficionados".
Según un comunicado del Consejo Supremo de Antigüedades (CSA), el país árabe ha enviado una carta urgente al director general de la Unesco, Koïchiro Matsuura, en la que expresa que el verdadero objetivo de la organización de Weber, también propietario de una agencia de turismo en Suiza, es recaudar dinero a través de la votación por internet.
Algunos más piensan que es un proyecto con finalidad económica (al tener que pagar para votar por teléfono por ejemplo) aunque Bernard Weber afirma que los beneficios (si los hay) de este proyecto irán destinados a la restauración de monumentos.
Bernard Weber es el fundador del proyecto de las siete nuevas maravillas, tiene 47 años, y ha sido aviador, explorador, conservador de museo y director de cine.
Quizá Weber, a pesar de su gran fortuna y experiencia no consideró que las “nuevas” maravillas están por desaparecer, y que su proyecto podría acelerar éste proceso.
Las ruinas de Machu Picchu, Venecia, los templos de Luxor, Babilonia, el Triángulo de Coral, las islas Maldivas y la Gran Muralla China son las maravillas modernas que están en peligro. ¿Las causas? La falta de medidas ante el creciente turismo y el cambio climático.
La gente recorre en karting la Gran Muralla o roba pedazos de las ruinas de Egipto y México. Las ruinas de Babilonia en Irak, es uno de los lugares más maltratados, ya que la milicia estadounidense ha construido trincheras en el lugar.
Por otro lado, medio millón de personas acuden a Machu Pichu anualmente y el desarrollo en sus alrededores puede agravar un problema de movimientos de tierra, lo cual podría causar un desplazamiento de las ruinas incas.
Esto es una muestra de que el único criterio para determinar qué es una maravilla es simplemente que gobierno o empresas son capaces de conseguir más votos.
El proyecto de las nuevas maravillas, con el impacto mediático que tuvo y el dinero que recaudó pudo haber fomentado la cultura, la tolerancia, la ecología y la integración global. Sin embargo, se ha limitado a ser un simple concurso de popularidad.
En fin… las maravillas ganadoras fueron:
Chichén Itzá, Mexico
Cristo Redentor, Brasil
La Gran Muralla, China
Machu Picchu, Peru
Petra, Jordania
El Coliseo Romano, Italia
El Taj Mahal, India
Las siete nuevas maravillas ¿Socialmente Responsables?
Enviado por
Leticia Gasca Serrano
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domingo, julio 08, 2007
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