Por Leticia Rebeca Gasca. Imagine una aldea indígena del estado de Oaxaca (uno de los más marginados de México), ubicada a seis horas de cualquier otro agrupamiento humano, donde debido a su aislamiento y pobreza no hay acceso a medios de comunicación impresos, televisión, ni radio.
Pero esta comunidad de la etnia zapoteca cuenta con un centro de cómputo con conexión a Internet, por medio del cual descubre un caso de corrupción y desvío de fondos que estaban destinados a su propio desarrollo. La comunidad realiza la denuncia y recupera el dinero.
Se trata de un caso real, que es resultado del movimiento de democratización de la informática iniciado por Rodrigo Baggio hace doce años en Brasil.
Rodrigo Baggio es fundador del CDI, premio UNESCO en la categoría “Comunicación e Información”, y ganador del “Tech Museum Award” por ser creador de uno de los mejores proyectos tecnológicos en beneficio de la humanidad.
El modelo CDI se trata de un programa muy amplio cuyo objetivo es instruir en la informática para emplearla en el desarrollo del entorno social.
Las escuelas CDI están abiertas a la participación de personas de todas las edades y diversas poblaciones: se ha implementado en entornos indígenas, rurales y urbanos.
La inclusión digital es otra vía por medio de la cual CDI se articula a la Responsabilidad Social corporativa que es para Baggio “parte de la evolución empresarial, donde se agrega valor a la organización, a sus integrantes y al entorno”.
El Director de CDI México es Ricardo Barrientos, un joven emprendedor social que aceptó el desafío de implementar escuelas de democratización de la informática en Hidalgo, Guanajuato, Estado de México, Oaxaca, Morelia y próximamente en Guerrero
¿Qué es CDI?
Por sus siglas en portugués: Comitê para a Democratização da Informática.
Es la primera ONG en el campo de inclusión de tecnología en América Latina.
Surge en 1995 en Brasil con la misión de usar la tecnología de la comunicación para mejorar la calidad de vida en comunidades de bajo ingreso.
Actúa mediante escuelas informales de informática y ciudadanía creadas en conjunto con fundaciones empresariales y los miembros de la comunidad beneficiada.
Cada centro CDI cumple tres objetivos: es sustentable, es administrado por la población beneficiada y cuenta con una propuesta pedagógica.
CDI está en México desde hace cinco años y tiene 33 escuelas.
CDI ha trabajado en el país con organizaciones como Philips, Accenture, Unete, UNAM y Microsoft, quien aportó 100 mil dólares.
CDI tiene presencia en 9 países.
Por la democratización de la informática: CDI
Enviado por
Leticia Gasca Serrano
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lunes, octubre 29, 2007
Así, el brasileño es uno de los promotores internacionales de la inclusión tecnológica, y está convencido de que “el uso de la tecnología de la información puede cambiar vidas en comunidades de bajo ingreso y sobre todo, puede crear una sociedad con mayor libertad, igualdad y solidaridad a través de procesos participativos.”
3 comentarios:
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Saludos.
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