Por Leticia Rebeca Gasca. Las palabras importan porque el lenguaje influye en nuestra percepción de la realidad, determinan nuestra visión del mundo e incluso pueden generar prejuicios y discriminación.
Por ello, y a raíz del comentario recibido recientemente en torno al uso del lenguaje para hablar del tema del VIH y el SIDA me di a la tarea de investigar cuál es el vocabulario apropiado para abordar el tópico.
A fin de cuentas, si somos responsables al no usar sexismos en el lenguaje, esa misma responsabilidad debe permear el uso del lenguaje en su totalidad.
En mi investigación, descubrí que no existe un consenso, aunque quienes han estudiado más el tema coinciden en la importancia de recordar el papel de la persona al abordar el tema del VIH.
Por ejemplo, no es apropiado hablar de "casos de SIDA", ya que el término "casos", deja fuera la perspectiva humana, cosifica y transforma en número la situación de personas y familias específicas. Asimismo, la expresión "víctimas del SIDA" puede dar a entender que quienes viven con SIDA no tienen control sobre sus vidas. Lo correcto en ambos casos es "personas con VIH".
Otra expresión comúnmente usada es "Ceropositivo". Aunque las reglas ortográficas afirman que esta palabra debe ser escrita con "C" este no es el caso, ya que "sero" proviene de Suero que es el análisis realizado en la sangre y positivo refiriéndose al resultado de la prueba. "Seropositivo" es lo ortográficamente correcto, sin embargo, si no estamos hablando desde un punto de vista médico, siempre es mejor decir "persona con VIH".
Además, para evitar que el lenguaje incremente la discriminación, nunca se debe hablar de un "grupo de alto riesgo", sino de "comportamientos de riesgo", ya que todos y todas estamos en riesgo ante la infección por el VIH. Utilizar el término "grupos de alto riesgo" promueve que las personas que no se identifican con ese grupo experimenten una falsa sensación de seguridad, cuando en realidad cualquier persona indistintamente del grupo al que pertenezca puede tener conductas de riesgo. Por ello, es mejor referirse a comportamientos específicos de riesgo como tener relaciones sexuales sin emplear condón.
También es fundamental recordar que "contagiarse de SIDA" es incorrecto. En realidad el VIH es transmitido y luego puede convertirse en SIDA. A diferencia de las enfermedades contagiosas, el VIH no puede ser contagiado ya que no se puede transmitir a través del contacto casual (estornudos, tos o saliva).
Otro error que he leído en varias ocasiones es hablar de que el VIH se transmite por fluidos ó líquidos corporales. Recordemos que no todos los fluidos tienen la carga viral suficiente para transmitir el VIH, como es el caso de las lágrimas, el sudor o la saliva.
Recordemos que las palabras no sólo importan por lo que hacen, sino por los que nos hacen.
Lenguaje responsable, también para las personas con VIH
Enviado por
Leticia Gasca Serrano
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lunes, agosto 18, 2008
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