Por Mayli López. El ser humano, biológicamente hablando, es el animal más indefenso que existe sobre la faz de la tierra, tenemos menos visión, menos olfato, menos audición, menos tacto que el resto de la fauna. El gran secreto de la fortaleza de las personas es su cerebro.
El cerebro del ser humano es un órgano fascinante; cada pliegue, cada espacio tiene una función muy concreta; pero la parte externa, la conocida como corteza tiene funciones únicas como resolución de problemas, comunicación, matemáticas, lenguaje, creatividad y un enorme etcétera. Es en esta parte, que encontramos al ser humano como ser social, activo.
Quienes leen este artículo, se preguntarán ¿Qué tiene que ver esto con la responsabilidad social? Simple y sencillamente, a pesar de todo lo grandioso del ser humano y su cerebro, en todo su apogeo, la única manera que la humanidad ha sobrevivido es por medio de la ayuda que se tienen todos los pueblos entre sí. Ciertamente la creatividad que tiene la humanidad, el afán de transformar su entorno es importante, pero, reitero, únicamente por medio de la interacción entre las personas y el afán de sobrevivencia hacia el resto de la humanidad; hemos sobrevivido todo este tiempo.
En la actualidad, cuando la naturaleza hace presencia como en el caso de temblores o de huracanes, como hemos tenido en fechas recientes, debemos recordar que la humanidad sobrevive en unión. ¡Ayudemos a las personas que nos necesitan!
Es importante, recordar que para fines de ayudar, tomemos las siguientes precauciones:
- Si enviamos ropa, que esté en buen estado.
- Si enviamos latas, estén vigentes y que enviemos abrelatas también, porque sino esa comida no sirve de nada.
- Si enviamos medicamentos que estén vigentes, mandarlos a punto de caducar no solo no sirve de nada sino es hasta peligroso.
- Si tu ayuda es presencial, si tienes miedo o te sientes mal, regresa. Es preferible hacernos a un lado que provocar mayor necesidad. En el caso de que tengas esa fortaleza, quédate y sé optimista.
- Si das dinero, es importante que verifiques bien a donde van a dar esos fondos.
- Si por desgracia, te encuentras dentro de las personas necesitadas; identifícate y sigue instrucciones. Igualmente, si puedes ayudar con algo, en medio de tus problemas, ten la seguridad que siempre será bienvenida tu ayuda.
- Hay veces que cuando hay un problema de este tipo aparece, al principio hay muchas manos por ayudar, pero el tiempo pasa, y la gente olvida; aunque el problema no se haya resuelto, si puedes seguir ayudando, aunque sea con muy poquito, ayuda.
Nadie sabe el momento en que una desgracia nos puede afectar, y a cualquiera nos gustaría recibir ayuda. La frase ¡Hoy por ti, mañana por mí! Tiene más vigencia que nunca. Y en verdad, ayudar, nos acerca mucho más a ser mejores personas…y tener un mañana mejor.
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