Por Leticia Rebeca Gasca. Si usted se ha involucrado en la responsabilidad social ó el desarrollo seguramente se ha preguntado ¿qué retos/problemáticas son prioritarias?
Y es que ante una cantidad limitada de recursos materiales y humanos, los y las analistas del desarrollo ó la creación de políticas públicas y programas de responsabilidad social conocemos la importancia de elegir correctamente qué causas se apoyarán.
Ahora, imagine un grupo de gente experta analizando las problemáticas del mundo actual, para así priorizar los recursos disponibles para superar problemas sociales, ambientales y económicos.
No se lo tiene que imaginar, Bjorn Lomborg, un economista danés organizó dicho encuentro en 2004.
Pidió a un grupo de economistas destacados que contestara la pregunta: “¿Cuáles serían las mejores maneras de avanzar en el bienestar global, y particularmente en el bienestar de los países en desarrollo, en el supuesto de que se pondrían a disposición de los gobiernos recursos adicionales por 50 billones de dólares de los Estados Unidos?”
El denominado “Consenso de Copenhague” arrojó las prioridades que se indican en la tabla.
Así, se asignó la más alta prioridad a las nuevas medidas tendientes a impedir la propagación del VIH/SIDA.
El gasto asignado a este propósito rendiría beneficios extraordinariamente elevados, al evitar casi 30 millones de nuevas infecciones hacia 2010. Los costos son considerables y se estimaron en US$ 27 billones.
Sin embargo, estos costos son pequeños en relación con lo que se ganaría. Además, la escala y urgencia del problema son de una índole extrema, especialmente en África donde el SIDA amenaza el colapso de sociedades completas.
Cabe destacar que la iniciativa ha sido fuertemente criticada, ya que se basó principalmente en la subjetiva relación costo-beneficio, donde es imposible medir todos los costos directos e indirectos de un proyecto dado.
Además, se ha destacado la confusión entre síntomas y causas de diversas problemáticas, e inclusive se ha criticado la metodología para elegir a quienes fueron invitados.
Se invitó a un grupo de 37 economistas, que incluyó a ocho de los más distinguidos economistas del mundo. Sin embargo, sólo dos fueron mujeres y únicamente tres provienen de países en desarrollo (dos de India y uno de China).
Sin embargo, el Consenso de Copenhague de 2004 ha sido uno de los más serios esfuerzos por determinar las grandes necesidades de desarrollo, sin embargo, haría falta enfatizar procesos similares para determinar las prioridades en políticas públicas en regiones específicas e incluso en microrregiones.
Más adelante, analizaremos los resultados de un esfuerzo similar al Consenso de Copenhague denominado “Consulta de San José”, que en 2007 se enfocó en el establecimiento de una clasificación prioritaria de las soluciones a los mayores retos que enfrenta Latinoamérica y el Caribe.
¿Qué haría con 50 billones de dólares destinados al desarrollo?
Enviado por
Leticia Gasca Serrano
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viernes, enero 11, 2008
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